La Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional de Paraguay ofrece concierto el 26 de octubre con con acceso libre y gratuito

CICLO MÚSICA EN LOS PALACIOS DE ASUNCIÓN
Música contemporánea y estrenos obras nacionales ofrece la OSIC
“Varieté” es nombre del tercer concierto del Ciclo “Música en los Palacios de Asunción” de la Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional. Será el miércoles 26 de octubre, a las 20:00, en la Biblioteca y Archivo Central del Congreso (Río Aquidabán y Río Ypané, Costanera de Asunción), con acceso libre y gratuito.
El director invitado para el concierto es José Ariel Ramírez y ofrece el estreno de su obra, “Pytu/Ayvu. Susurros del moribundo o palabras envueltas en la oscuridad”; “Parade”, “Gymnopédies I y III”, de Erik Satie (1866‐1925); además “El espejismo de Flores”, de Mar Pérez, también de estreno. Un programa hecho principalmente de música contemporánea, experimental, con un homenaje al compositor francés Satie, quien con sus composiciones abrió nuevos caminos, y es considerado padre de la música moderna.
Uno de los directores y compositores más destacados de su generación, nacido en Asunción, José Ariel Ramírez Duarte, se ha especializado en la Universidad Nacional de las Artes (Argentina) en dirección orquestal con Mario Benzecry y composición con Guillermo Pozzati y, posteriormente, en Alemania en dirección de ópera. En 2014 debutó en el Teatro Colón dirigiendo a la Orquesta del Instituto Superior del Teatro Colón (ISATC) dentro del curso internacional de dirección orquestal dictado por el Mtro Scarabino. Crea obras desde el 2007, destacando el estreno de su tríptico sinfónico en tres diferentes orquestas: “El lado oculto de aquella noche” (Orquesta Sinfónica Nacional), “Orfeo en el Estrimón” (Orquesta Sinfónica de Florencio Varela) y “El baldío” (Orquesta Sinfónica del Congreso). En 2019 publicó un álbum de música electroacústica titulado “Heñóiva kerambípe”. En 2021 estrenó Ã/guive obra para solista, orquesta y electrónica, con OSIC.
El programa
José Ariel Ramírez (1984) Pytu/Ayvu “Susurros del moribundo o palabras envueltas en la oscuridad” (Estreno)
Micro ópera para vocalidad susurrada, orquesta y electrónica. Esta obra de carácter experimental compuesta en 2022, es una exploración sonora que busca inducir/sugerir poéticamente el estado de tránsito/entremundos que atraviesa un moribundo; explorar sensaciones entre lo consciente e inconsciente, lo real y lo imaginario, entre lo objetivo y lo subjetivo.
Argumento: Una persona moribunda que está siendo asistida por un respirador artificial, cae a un espacio liminal, su consciencia abandona el control, no tiene memoria, identidad ni lenguaje y aparecen imágenes, experimenta alucinaciones multisensoriales, advierte la extraña dinámica de mundos contiguos que se entrecruzan en un vórtice de corrientes psíquicas.
Mar Pérez, El espejismo de Flores (estreno) Fantasía para Orquesta y sintetizadores.
Una obra que explora sonoridades y texturas a través de nuevas tecnologías, fusionando instrumentos electrónicos dentro de la orquesta sinfónica. La expresión de realidades cotidianas como artista, como humanos, como mujer, sugiere melodías luminosas y frenéticas que representan melancolía y sentires reales que conducen a una introspección artística y humana.
Erik Satie (1866‐1925). Gymnopédies I y III (Orquestación Debussy)
Las Gymnopédies son tres piezas breves para piano inspiradas en la antigüedad griega. Eran danzas que se interpretaban y bailaban en las ceremonias rituales por parte de los adolescentes en Esparta. Estas piezas fueron escritas originalmente para piano durante su estadía en París para vivir con su padre y estudiar en el conservatorio (1879‐1886) donde no fue merecedor de ningún premio y se le describía como un estudiante “talentoso pero indolente”. A sus primeras composiciones pertenecen las tres Gymnopédies (1888) y tres Gnossiennes (1890) para piano, piezas evocativas del mundo antiguo mediante recursos estilísticos de simplicidad absoluta, monotonía repetitiva y armonías modales muy originales que dejaron sentir su influencia en su amigo Debussy.
Parade
Ballet en un acto de con argumento de Jean Cocteau, coreografía de Leonid Massine y decorados de Picasso, compuesto para los Ballets Rusos de Diaghilev (París, 1917).
El argumento nos traslada a un bullicioso teatro de feria callejero, en un escenario de music‐hall donde se van desarrollando, entre barracas, charlatanes y saltimbanquis, diferentes escenas protagonizadas por un prestidigitador chino, una jovencita americana, unos acróbatas y tres managers que “organizan la publicidad y tratan de convencer a la multitud para que asista al espectáculo. Nadie entra. Tras el último número los mánagers, extenuados, caen unos sobre otros.” (J. Cocteau)
El armamento percusivo, de última generación, futurista —era 1917—, que Satie desplegó para la obra merece ser enumerado: una máquina de escribir, una rueda de lotería, un revólver que sería disparado seis veces sobre el escenario —aquí el arma y los tiros citados en la introducción—, una sirena aguda, una grave y un conjunto de quince botellas afinadas según la cantidad de agua que contenían.